"La libertad es como unas zapatillas, que incombustiblemente te llevarán a donde tú quieras. Podrás perder un autobus, podrá retrasarse un avión o acabarse la gasolina de un coche, pero unas zapatillas no te fallarán nunca y te llevarán a donde sólo tú decidas."
Sólo tú puedes ponerle límites a tu Libertad.
Aquel día, sin niguna razón en particular, decidí salir a correr.
Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena desde el alma a mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce corazón coraza
Porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro.
Haikus, esos exóticos poemas japoneses que con 3 versos nos trasmiten mucho más de lo que parece. Pero tras esa simpleza hay una gran elaboración y técnica, que se debe seguir si se quiere construir un verdadero haikai clásico:
Tres versos.
De 5, 7 y 5 sílabas cada uno.
Sin rima.
Temática cómica (hokku) o temática espiritual (haiku)
Suele contener una palabra clave llamada kigo que indica la estación del año a la que se refiere el poema.
En Occidente los hemos adaptado como hemos podido, y muchos autores han tratado de imitar y jugar con esta técnica nipona. Nosotros en clase hicimos un intento. Y esto es lo que a mí me salió:
El cinebrinda sueños ilustrados para insomnes.
Buscando musa no encuentro dejaré que ella me alcance.
Yo muchas veces como ayuda para pensar, para encontrar inspiración o simplemente evadirme, recurro a la música. Un grupo que descubrí recientemente me acompaña últimamente cuando tengo que hacer algún trabajo para clase o sólo quiero desconectar un rato...
Porque a veces nos bloqueamos, porque no somos perfectos, porque no somos unas fábricas constantes de ideas y a veces necesitamos una motivación o un empujoncito, disponemos de unos métodos y técnicas para hacernos más fácil esa tarea.
Método Po:
Método que surge en contraposición de la lógica del NO, el PO trata de actuar de forma creativa, al margen de la razón.
Tratar de ensalzar las virtudes y los puntos positivos de algo.
Introduces la partícula 'Po' en una frase, para que te detengas y reflexiones sobre lo que vas a decir.
Facilita la comunicación, la hace más fluida.
Reestructura, altera y amortigua.
6 Sombreros para pensar:
Consiste en un método que debe ser aplicado a una idea, a un proyecto o a un problema y que debería ayudar a completarlo, a analizarlo y a sacar nuevas ideas y sugerencias.
Cada participante viste un sombrero, cada uno de distinto color, y, dependiendo de este color, desempeñará un rol dentro de este análisis del proyecto.
Sombreros blancos: buscan información y argumentos imparciales.
Sombreros negros: trabajan argumentos en contra. Actúan como 'abogado del diablo'
Sombreros rojos: se posicionan totalmente a favor de la idea, viendo sólo puntos positivos, actuando pasionalmente e impulsando las acciones.
Sombreros amarillos: color posibilista. Contrario del rojo y del negro, da mil vueltas a las cosas viendo todas sus posibilidades.
Sombreros verdes: creativos, originales, diferentes... Buscan ideas sin preocuparse de si son buenas o malas.
Sombreros azules: actúan de moderadores, buscan la armonía y ponen orden entre el resto de sombreros.
Sombreros morados (añadidos por el profesor): buscan el matiz en el tema social.
Conclusiones:
Consigue un brainstorming efectivo, pero tiene un punto en contra, no todos pueden actuar espontáneamente, para poner límites al debate, los blancos y morados necesitan un trabajo previo, una preparación.
El negro es necesario, como una visión realista y viendo las posibles repercusiones negativas.
El rojo es una fuente de motivación para el resto.
El verde lleva su creatividad a extremos que el azul debe moderar ayudándose del resto, tiene un poco de todos, es el sombrero más plural.
Seis pares de zapatos para la acción:
Edward De Bono tipifica seis maneras diferentes de enfrentarse a un problema; si hay seis zapatos, también habrá seis pautas básicas de actuación. Crea un código entre las personas que conforman el grupo.
Al contrario que en el Método de los 6 Sombreros, los zapatos no se mantienen, son cambiantes, el rol no dura toda la sesión y se pueden calzar varios pares sucesivamente según el tipo de acción que sugiera y/o requiera el momento, pues a veces son necesarios varios enfoques a la hora de solucionar un problema.
Zapatos formales azul marino: rutinarios, obedientes y objetivos. No valoran, no interpretan. Totalmente neutrales. Metódicos y sistemáticos. Siguen los procedimientos previamente establecidos pues así no cometerán errores.
Zapatillas de deporte grises: investigadores, curiosos por lo desconocido. Recopilan información de forma completa y neutral. Formularán hipótesis y serán ellos quienes dirijan la búsqueda del grupo. Se mueve en función de los datos y resultados obtenidos y de cómo vaya evolucionando la acción. De ellas dependerán otros calzados del experimento.
Zapatos marrones: observadores, pragmáticos, directos y efectivos. Prácticos, actúan determinados por el momento. Pequeñas actuaciones que hacen que el proceso fluya.
Botas de goma naranjas: alarmistas y preventivos, preocupados por la efectividad de todas las fases del proceso, por eso, controla todos los aspectos . Actúan en momentos de riesgo, de forma rápida pero valorando las consecuencias de las acciones, de forma racional.
Pantuflas rosas: preocupación por los sentimientos y problemas de los integrantes del grupo. Se hace cargo de las relaciones humanas y de las consecuencias que tendrán las acciones sobre los individuos. Sincera, comprensiva y diplomática.
Botas de montar de color púrpura: son quienes dirigen la acción de forma oficial. Justo, racional y coherente, pero también deberá ocuparse del factor humano.
Las teorías de De Bono se han utilizado principalmente en el campo empresarial, pero también en el ámbito educativo y pedagógico.
No hay nada más ridículo que un hombre corriendo tras su sombrero. "Muerte en la hierba" (Joel Coen)